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Las aplicaciones de la Cultura Organizacional

¿Qué es la Cultura Organizacional?

Este concepto, ampliamente utilizado en la gestión empresarial y gubernamental, se refiere al conjunto de valores, creencias, normas, comportamientos y símbolos compartidos por los miembros de una organización, ya sea una empresa, un negocio, un club de barrio, una municipalidad o una fundación. Estos elementos conforman una identidad única que define el comportamiento de los individuos dentro de la organización y su interacción con el entorno externo.

Origen del concepto

El estudio de la cultura organizacional ha evolucionado desde la década de 1960, influenciado por teóricos como Edgar Schein, quien definió la cultura como "un patrón de supuestos básicos compartidos, que el grupo aprendió a medida que resolvía sus problemas de adaptación externa e integración interna". A lo largo de los años, se han desarrollado diferentes enfoques y modelos para comprender y analizar la cultura organizacional, incluyendo el modelo de los niveles de cultura de Schein, el enfoque de los valores culturales de Hofstede y el modelo de la cultura fuerte y débil de Tom Peters y Robert Waterman.

La teoría de las organizaciones también se nutre de pensadores como Gustave Le Bon, quien estudió el comportamiento de las multitudes, Pierre Bourdieu, con su concepto de "capital cultural", y Auguste Comte, considerado el padre de la sociología y del positivismo. Sus aportes han sido relevantes para comprender las dinámicas del poder y las jerarquías dentro de las organizaciones.

Aplicación de la cultura organizacional

La cultura organizacional influye en la forma en que se llevan a cabo las operaciones, se toman decisiones y se logran los objetivos de la organización. En el ámbito empresarial, una cultura fuerte y coherente puede contribuir al éxito organizacional, fomentando la cohesión entre empleados, promoviendo la innovación y mejorando el compromiso y la satisfacción laboral. Por otro lado, una cultura disfuncional puede obstaculizar el desempeño organizacional, generando conflictos internos y resistencia al cambio.

En el ámbito gubernamental, la cultura organizacional influye en la implementación de políticas públicas, la gestión de recursos y la prestación de servicios a los ciudadanos. Una cultura basada en la transparencia, eficiencia y participación puede promover la confianza en las instituciones y mejorar la calidad de vida de los ciudadanos, mientras que una cultura caracterizada por la burocracia y la corrupción puede socavar la legitimidad y efectividad del gobierno.

En el contexto del emprendimiento, la cultura organizacional es fundamental para construir la identidad del negocio, atraer y retener talento, y crear un entorno propicio para la innovación y el crecimiento. Una cultura centrada en la creatividad, la flexibilidad y la tolerancia al riesgo puede impulsar la adaptabilidad y competitividad en un mercado dinámico y cambiante.

Para concluir, la cultura organizacional es un aspecto crucial de cualquier grupo de personas que comparten valores afines. Influye en el comportamiento y desempeño de sus miembros, así como en su capacidad para alcanzar objetivos y adaptarse a un entorno en constante evolución.

 

Fuente

Resúmen Pirrus.